Amenaza de ciberseguridad

¿Qué es una amenaza de ciberseguridad?

Una amenaza de ciberseguridad se refiere a cualquier situación o caso que pueda tener consecuencias negativas para las operaciones, funciones, marca, reputación o imagen percibida de una empresa. Una amenaza de este tipo también puede afectar al acceso a los datos, su integridad y su valor, así como a las personas, los procesos y las tecnologías que participan en la gestión de dichos datos. Las amenazas cibernéticas suelen surgir cuando un ciberataque establece como objetivo los datos, sistemas informáticos, redes o dispositivos de una organización para obtener un acceso no autorizado o explotar cualquier vulnerabilidad del sistema de información, y comprometer así su confidencialidad, integridad o disponibilidad.

 

¿Por qué es importante la ciberseguridad?

Las amenazas de ciberseguridad pueden manifestarse de diversas formas, que incluyen virus, malware, ransomware, estafas de phishing y ataques de denegación de servicio (DoS). Las amenazas a la ciberseguridad plantean un riesgo especial para las organizaciones, al tener el potencial de provocar grandes pérdidas financieras, dañar la marca de una empresa e interrumpir sus operaciones. Las amenazas de ciberseguridad más habituales que pueden encontrarse las empresas incluyen las siguientes:

  • Brechas de datos: 

Una brecha de datos se produce cuando un individuo no autorizado consigue acceder a datos confidenciales que pertenecen a una organización, y que pueden incluir información de clientes o empleados. Las consecuencias de las brechas de datos pueden abarcar desde las pérdidas financieras y de datos privados hasta daños a la reputación de la organización.

  • Virus y malware:

Los virus y el malware predominan entre las amenazas de ciberseguridad. Los virus son software malicioso, diseñado para replicarse y propagarse de un equipo a otro. Pueden ser la causa de multitud de problemas, desde inconvenientes menores a brechas de datos graves. Por otra parte, el malware se refiere a cualquier programa que explota o daña un sistema informático. Incluye troyanos, spyware y adware. A menudo, los ataques de malware se centran en las empresas, donde comprometen los sistemas de seguridad y roban información confidencial.

  • Ataques DoS y DDoS:

Un ataque DoS (denegación de servicio) consiste en sobrecargar un sistema con tráfico o solicitudes excesivas para bloquearlo o lograr que deje de estar disponible. Estos ataques pueden disrumpir gravemente las operaciones empresariales. Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) lleva lo anterior un paso más allá, al implicar a varios sistemas para sobrecargar simultáneamente al atacado, de modo que resulta todavía más efectivo para dejar sin conexión a un sitio web o sistema informático.

Las empresas deben ser conscientes de estos riesgos de ciberseguridad y tomar precauciones para protegerse.

¿Por qué ocurren las amenazas de ciberseguridad?

Las amenazas de ciberseguridad suponen una preocupación cada vez mayor en el mundo interconectado de hoy en día, puesto que tienen consecuencias graves para personas, empresas y organizaciones. Estas amenazas se refieren a cualquier evento o circunstancia que pueda afectar negativamente a la confidencialidad, integridad o disponibilidad de los datos, sistemas informáticos, redes o dispositivos. 

Hay diversos motivos que contribuyen a que se produzcan amenazas de ciberseguridad, que incluyen el error humano, la mala fe y unas medidas de seguridad inadecuadas. La falta de medidas de seguridad adecuadas, como no implementar cortafuegos o no formar a los empleados sobre las prácticas de seguridad adecuadas, puede dejar a las organizaciones vulnerables a los ataques. Los atacantes pueden explotar estas vulnerabilidades para obtener acceso no autorizado a información confidencial o provocar disrupciones en los sistemas informáticos y las redes.

El rápido crecimiento de la tecnología supone otro factor que contribuye a la inseguridad, puesto que las herramientas y tácticas que utilizan los atacantes avanzan en paralelo al progreso tecnológico. Para llevar la delantera a las amenazas en evolución, las organizaciones deben mantenerse vigilantes y al día con las últimas medidas y mejores prácticas de seguridad.

El error humano también abre la puerta a las amenazas de ciberseguridad, por ejemplo, cuando los empleados descargan accidentalmente software malicioso o responden a correos electrónicos de phishing. Estos errores pueden proporcionar a los atacantes acceso a datos confidenciales o redes, y comprometer la seguridad de una organización.

La mala fe es un factor significativo de las amenazas de ciberseguridad, y en este ámbito, los cibercriminales utilizan métodos como la ingeniería social, el malware o los ataques de ransomware. Este tipo de ataques puede producir el robo de información confidencial, pérdidas financieras y daños a la reputación.

En suma, existen varios factores que contribuyen a las amenazas de ciberseguridad, que incluyen unas medidas de seguridad inadecuadas, el rápido crecimiento de la tecnología, el error humano y la mala fe. Las organizaciones deben adoptar medidas proactivas para enfrentarse a estos riesgos, implementando medidas de seguridad fiables, manteniéndose al día con las últimas tecnologías y mejores prácticas de seguridad, y educando a los empleados sobre las prácticas de seguridad adecuadas. Al hacerlo, pueden minimizar los riesgos de las amenazas cibernéticas y proteger los datos confidenciales de accesos no autorizados.

¿Qué tienen en común las amenazas de ciberseguridad?

Las amenazas de ciberseguridad suponen una preocupación cada vez mayor en el mundo interconectado de hoy en día, puesto que tienen consecuencias graves para personas, empresas y organizaciones. Estas amenazas se refieren a cualquier evento o circunstancia que pueda afectar negativamente a la confidencialidad, integridad o disponibilidad de los datos, sistemas informáticos, redes o dispositivos. 

Hay diversos motivos que contribuyen a que se produzcan amenazas de ciberseguridad, que incluyen el error humano, la mala fe y unas medidas de seguridad inadecuadas. La falta de medidas de seguridad adecuadas, como no implementar cortafuegos o no formar a los empleados sobre las prácticas de seguridad adecuadas, puede dejar a las organizaciones vulnerables a los ataques. Los atacantes pueden explotar estas vulnerabilidades para obtener acceso no autorizado a información confidencial o provocar disrupciones en los sistemas informáticos y las redes.

El rápido crecimiento de la tecnología supone otro factor que contribuye a la inseguridad, puesto que las herramientas y tácticas que utilizan los atacantes avanzan en paralelo al progreso tecnológico. Para llevar la delantera a las amenazas en evolución, las organizaciones deben mantenerse vigilantes y al día con las últimas medidas y mejores prácticas de seguridad.

El error humano también abre la puerta a las amenazas de ciberseguridad, por ejemplo, cuando los empleados descargan accidentalmente software malicioso o responden a correos electrónicos de phishing. Estos errores pueden proporcionar a los atacantes acceso a datos confidenciales o redes, y comprometer la seguridad de una organización.

La mala fe es un factor significativo de las amenazas de ciberseguridad, y en este ámbito, los cibercriminales utilizan métodos como la ingeniería social, el malware o los ataques de ransomware. Este tipo de ataques puede producir el robo de información confidencial, pérdidas financieras y daños a la reputación.

En suma, existen varios factores que contribuyen a las amenazas de ciberseguridad, que incluyen unas medidas de seguridad inadecuadas, el rápido crecimiento de la tecnología, el error humano y la mala fe. Las organizaciones deben adoptar medidas proactivas para enfrentarse a estos riesgos, implementando medidas de seguridad fiables, manteniéndose al día con las últimas tecnologías y mejores prácticas de seguridad, y educando a los empleados sobre las prácticas de seguridad adecuadas. Al hacerlo, pueden minimizar los riesgos de las amenazas cibernéticas y proteger los datos confidenciales de accesos no autorizados.

¿Cómo puedo protegerme ante las amenazas de ciberseguridad?

En el entorno digital de hoy en día, la protección de la ciberseguridad resulta crucialmente importante. Implementar medidas de seguridad efectivas puede ayudar a proteger tu información confidencial y reducir los peligros, con independencia de que seas una persona o una empresa. A continuación se enumeran algunas acciones cruciales para protegerse ante las amenazas de ciberseguridad:

  • Mantener actualizaciones: asegúrate de que todos tus sistemas y software están al día. Instala regularmente las actualizaciones de seguridad más recientes, así como las correcciones de errores y otras actualizaciones de software. Al asegurarte de que las vulnerabilidades conocidas han sido corregidas, disminuye la probabilidad de que los ciberatacantes hagan uso de ellas.
  • Contraseñas fuertes y autenticación multifactor: crea contraseñas únicas y fuertes para todas tus cuentas y dispositivos. Haz un buen uso de mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales. Siempre que sea posible, habilita la autenticación multifactor, que aumenta la seguridad al requerir un paso adicional de verificación, como el escaneo de la huella digital o un código especial enviado a tu dispositivo móvil.
  • Concienciación y educación de empleados: informa a los miembros del personal sobre las mejores prácticas de la ciberseguridad y los peligros previsibles. Ofrece instrucciones sobre cómo detectar correos electrónicos de phishing, evitar descargas y enlaces dudosos, y mantener una excelente higiene de contraseñas. Fomenta una cultura consciente de la seguridad a través de la empresa, para asegurar que todo el mundo esté atento a cualquier peligro.
  • Utiliza cortafuegos y software antivirus fiable: para proteger tus equipos, utiliza cortafuegos y software antivirus de confianza. Los cortafuegos sirven como una barrera de protección frente al acceso no deseado, supervisando y gestionando el tráfico de red entrante y saliente. 
  • Copia de seguridad de datos constante: realiza copias de seguridad constantes de tus datos críticos en un dispositivo de almacenamiento externo o un servicio de nube seguro. Esto protege a tus datos frente a la pérdida provocada por los ataques de ransomware, el robo o el mal funcionamiento de dispositivos. 
  • Red y Wi-Fi seguras: utiliza cifrado fuerte, como WPA2 o WPA3, para proteger tu red doméstica o profesional. Modifica las contraseñas predeterminadas del enrutador y actualiza el firmware con frecuencia para corregir cualquier error conocido. Para mejorar la protección, evita utilizar redes Wi-Fi públicas para transacciones importantes y considera utilizar una red privada virtual (VPN).
  • Control de acceso y menor privilegio: utiliza herramientas de control de acceso para restringir el acceso de usuarios a datos confidenciales. Otorga a los usuarios únicamente el acceso que necesitan para realizar sus tareas, asignándoles derechos de usuario correspondientes a sus roles y responsabilidades profesionales. Restringe regularmente los derechos que no sean esenciales para reducir los posibles efectos de una brecha de seguridad.
  • Estrategia de respuesta a incidencias: para abordar de forma efectiva los eventos o brechas de seguridad, desarrolla una estrategia de respuesta a incidencias. Esta estrategia debe incluir acciones para detener el procedimiento, reducir las posibles pérdidas, buscar el motivo y ponerse en contacto con las partes correspondientes. Prueba y adapta la estrategia con frecuencia para mantenerla al día de los últimos desarrollos tecnológicos y amenazas.
  • Supervisión continua e inteligencia de amenazas: establece sistemas y procesos para la supervisión continua de la actividad de red, los registros del sistema y las incidencias de seguridad. Utiliza orígenes de inteligencia de amenazas para mantenerte al día con las tendencias y vulnerabilidades emergentes que afecten a tu empresa. Para mejorar tu capacitación y conocimiento, mantente implicado en foros y redes de ciberseguridad donde se comparta este tipo de información.
  • Colabora con especialistas de seguridad: considera la posibilidad de colaborar con especialistas o consultores de ciberseguridad que sean capaces de realizar evaluaciones de seguridad y pruebas de penetración, y que puedan proporcionarte además asesoramiento específico sobre tus necesidades particulares. Puedes aprovechar su conocimiento e información para encontrar debilidades y poner en práctica medidas de seguridad que funcionen.

¿Qué tienen en común las amenazas de ciberseguridad?

HPE (Hewlett Packard Enterprise) ofrece varias soluciones para abordar las amenazas de ciberseguridad. Estas son algunas de las soluciones: 

Cumplimiento de normativa de TI gestionado de HPE: esta solución ayuda a las organizaciones a asegurarse del cumplimiento de las regulaciones y los estándares de seguridad del sector. Proporciona servicios gestionados completos, que incluyen evaluaciones de vulnerabilidades, supervisión de la seguridad y respuesta a incidencias, para ayudar a proteger frente a las amenazas de ciberseguridad y mantener el cumplimiento.

Recuperación ante desastres de HPE GreenLake: permite a las organizaciones proteger sus datos y aplicaciones frente a desastres potenciales y garantizar la continuidad del negocio. Ofrece servicios de recuperación ante desastres gestionados, que incluyen copia de seguridad y replicación, para minimizar el tiempo de inactividad y la pérdida de datos en caso de un ciberataque o un desastre natural.

Copia de seguridad y recuperación de HPE GreenLake: proporciona servicios de copia de seguridad y recuperación seguros y escalables. Ayuda a las organizaciones a proteger sus datos críticos implementando estrategias de copia de seguridad fiables, asegurando la integridad de los datos y facilitando una recuperación de datos eficiente en caso de incidencias de ciberseguridad o pérdida de datos.

Seguridad gestionada de HPE: ofrece servicios de seguridad gestionada completos para detectar, evitar y responder proactivamente a las amenazas de ciberseguridad. Incluye supervisión de amenazas, gestión de vulnerabilidades, gestión de incidencias y eventos de seguridad, y servicios de centro de operaciones de seguridad (SOC) para mejorar la política global de seguridad de la organización.

Además, HPE Integrated Lights-Out (iLO) es un procesador de gestión integrado en los servidores HPE ProLiant que proporciona características de seguridad mejoradas. iLO facilita la gestión y supervisión remota de servidores, que permite a los administradores abordar las vulnerabilidades de seguridad, realizar actualizaciones de firmware e implementar políticas de seguridad para protegerlos frente a las amenazas de ciberseguridad.

Estas soluciones HPE ofrecen una gama de servicios y tecnologías para ayudar a las organizaciones a fortalecer sus defensas de ciberseguridad, proteger sus datos y responder eficazmente a la evolución de las amenazas en el paisaje digital actual.